Sesión 23. David y Saúl
Sesión 23. David y Saúl
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo
Amén
Papa Dios te damos gracias por: (anota las cosas por las que agradeces), todas ellas me hacen sentir que tu siempre estás conmigo y aunque a veces las circunstancias no son muy buenas, tú nos invitas a confiar en ti y ver lo mejor en cada situación. Te pedidos papito Dios que habites en nuestro corazón para que no haya tristeza, celos, envidia ni deseos de venganza en el. Danos un corazón como el tuyo, para amar incluso al que no nos cae bien.
Amén
Recordemos (PERSONAJES)
Goliat era un ______________ Filisteo
David era un niño pastor
Dios le pide al profeta Samuel que unja a __________ para ser Rey, aunque era tan solo un _______
Pero esta historia tiene un principio y comienza con el Rey Saúl, recordemos que en el tiempo de los jueces, no existía Rey en Israel, sin embargo el pueblo quería ser como los otros pueblos que si tenían un Rey y exigen a Samuel (ultimo Juez) que les de un Rey. Samuel les explica que el rey no les convenía porque tomaría propiedades, cobraría impuestos y haría soldados a sus hijos para pelear con otros pueblos y en la guerra morirían y a pesar de estas advertencias el pueblo quiso a un rey y Dios les dio a Saúl. Saúl fue ungido por Samuel por mandato de Dios. Saúl era fuerte y alto como para reinar y defender a Israel, sin embargo no mucho tiempo después Saúl comenzó a envanecerse y a desobedecer a Dios, pensando que podía hacer lo que quisiera (pues era el Rey), su alma comenzó a inquietarse, y su corazón a endurecerse.
Samuel el profeta estaba muy triste por eso Dios le dice:
¿Hasta cuando vas a estar lamentándote por Saúl?
Vuelve a leer el texto bíblico de la semana pasada: 1Samuel 16, 1
"Dijo Yahveh a Samuel: «¿Hasta cuándo vas a estar llorando por Saúl, después que yo le he rechazado para que no reine sobre Israel? Llena tu cuerno de aceite y vete. Voy a enviarte a Jesé, de Belén, porque he visto entre sus hijos un rey para mí.»"
Lo que podemos aprender de la actitud de Saúl
- La soberbia, los celos, la envidia y la venganza nos apartan de Dios
- Desobedecer a Dios, nos aleja de su presencia y nos endurece el corazón
- Los malos sentimientos atormentan nuestra alma.
- Confiar en Dios aun cuando nuestras circunstancias no tengan sentido.
- Esperar a Dios en lugar de buscar venganza.
- Ser respetuosos y leales
- Ser humildes
- La obediencia a Dios siempre trae recompensas.
- Confiar que Dios siempre cumple lo que promete
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