Sesión 9. La carta de Dios





La Biblia es como una carta de amor que Dios nos ha dejado. Si fuéramos a resumirla en pocas palabras sería, más o menos, algo así:

 

Querido hijo mío:

Desde toda la eternidad he pensado en ti y he soñado grandes cosas para ti. Tengo grandes proyectos para tu vida. Por eso, te escribo esta carta para que no te equivoques de camino y vayas siempre por el camino del bien. Perdona siempre a todos los que te ofendan y nunca hagas daño a nadie. Ama a todos sin excepción, porque el amor es el único camino de la felicidad. Y, pase lo que pase, no tengas miedo, confía siempre en Mí. Yo soy tu Papá y siempre estoy a tu lado para ayudarte. Y te perdonaré tus pecados, si vienes arrepentido hacia Mí.

Tú eres mi hijo querido y eres para mí más precioso que todo el universo. Cuando estés triste, deprimido, enfermo o atribulado por cualquier dificultad, ven a Mí y cuéntame tus cosas. Yo me sentiré feliz de oírte y de ayudarte. Y, cuando estés alegre y contento, no olvides que todo lo que tienes es un regalo de mis manos y que debes agradecerlo y aprovecharlo para hacer felices a los demás.

Como Papá, deseo lo mejor para ti. Por eso, quiero que cumplas siempre mi voluntad y nunca dudes de mi amor. Ciertamente, mis pensamientos no son tus pensamientos. Pero déjame guiarte. Abandónate en mis manos como un niño. No temas, déjate amar por Mí y sígueme.

Recuerda que Jesús murió por salvarte y siempre te sigue esperando en la Eucaristía. Vete a visitarlo y a recibirlo. Él quiere ser tu amigo. Allí también te espera María, que es tu mamá. Acude también a ella con confianza.

Pide al Espíritu Santo que te santifique cada día más y te transforme en un auténtico cristiano. Además, deseo que compartas tu fe y seas un evangelizador entre tus hermanos. Comparte con ellos tu fe y tu amor. No tengas miedo, háblales siempre de mi amor. Muchos me tienen miedo y no creen en Mí. Háblales de Mí y diles que también a ellos los amo y que serán bendecidos en la medida en que me amen y confíen en Mí.

Hijo, te amo con todo mi infinito amor. En la Iglesia encontrarás los medios adecuados para amarme más. Ama a la Iglesia y defiéndela. Vive tu fe católica en plenitud… Un día no muy lejano vendré a buscarte para llevarte conmigo a mi reino de felicidad. Allí estaremos siempre juntos y yo me sentiré orgulloso de ti.

Que seas santo, hijo mío, es mi mejor deseo para ti.

Tu Papá, Dios

 Padre Ángel Peña, 

“La Palabra de Dios ilumina tu camino”, pag. 10-11



¡Dios nos ha escrito montones de cartas!

¡Tantas que luego se hicieron libros, y luego se hicieron como una biblioteca!

y hubo que dividirla en dos secciones: antiguo Testamento y Nuevo Testamento

En el antiguo testamento encontramos las cartas de Dios a su pueblo, antes de la venida de Jesucristo


En el Nuevo Testamento encontrarás la misión y vida de Jesucristo, donde el mismo Jesús nos revela que Dios es nuestro Padre y que nos ama muchísimo, pero también nos revela que el Padre y Él son uno solo! y muchísimas cosas mas.





Te invito a explorar tu biblia y a aprender como se usa



Practiquemos un poco buscando las siguientes citas bíblicas





Aprovechando que es el mes de María, te invito a dedicar unos minutos de oración en su compañía, meditando un misterio cada día. 

¿Y como es eso de meditar?

Pues se trata de que cada día leamos un pedacito de la vida de Jesús, desde los ojos de mamita María . Guiándonos con los misterios del Rosario,  (Si no te los sabes no te preocupes yo te voy ir guiando cada día)

Antes de iniciar:
- Busquen un espacio especial donde tengan un Crucifijo y la imagen de Mamita María.😇 
- Busquen el texto en su biblia.

Sigue los siguientes pasos:
1. Pónganse en presencia de Dios diciendo: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo
2. Anuncien el misterio.
3. Lean la cita bíblica detenidamente la cita bíblica, imaginándose todo lo que escuchan, como si cada uno estuviera ahí mismo.
4. Al terminar hagan algunas preguntas sobre lo leído para ir recordando lo escuchado.
5. Respondan haciendo una pequeña oración
6. Todos juntos recen un Padre nuestro y un ave María
7. Para terminar decimos: 
    Ave María purísima, sin pecado concebida y nos persignamos

¡¡Hemos terminado y todo lo hicimos en 5 minutos!!


Comenzamos hoy mismo con la primera Cita que viene en la imagen. 

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